El Palasport de Génova, lleno hasta la bandera y entregado a la competición, acogió la segunda prueba puntuable para la Copa del Mundo de Enduro Indoor que tuvo al piloto español Iván Cervantes (KTM) como vencedor final.
Pese a no realizar unos buenos entrenamientos –fue quinto en unas tandas dominadas por el campeón del Mundo Júnior, el italiano Thomas Oldrati (KTM)– Cervantes salió bien en las dos primeras carreras y pronto se puso en cabeza, liderando un grupo que tenía problemas para superar una fuerte pendiente de piedras sueltas. Iván arriesgó en cada pasada y logró una ventaja cómoda para asegurarse el triunfo en las dos mangas.
Otros de los favoritos lo pasaron mal, y el polaco Tadeusz Blazusiak (KTM), segundo en la prueba precedente (Barcelona), veía como también quedaba enganchado junto a otros pilotos en la parte más difícil del recorrido en la primera carrera, mientras que en la segunda perdió mucho tiempo al salírsele la cadena. Peor aún lo pasó el actual campeón del Mundo de Enduro 1, el finés Mika Ahola (Honda), que cayó al suelo varias veces y tuvo que retirarse.